Datos personales comprometidos, servicios criminales, venta de armas y drogas, y pornografía ilegal son parte de la red de sitios ocultos que comunmente se conoce como "Dark Web", o también como "Dark Net". Estos nombres no solo hacen referencia al secretismo con el que funciona esta red, si no también al contenido ilegal que se comparte y se vende en él.
Aunque normalmente se usan los términos Deep Web y Dark Web indistintamente, su significado no es exactamente el mismo. Mientras que ambos hacen referencia a la parte de internet que no está indexada por los motores de búsqueda tradicionales, y que por lo tanto es difícil de encontrar, la Deep Web es accesible mediante los navegadores estándar, y no requieren herramientas especiales para acceder él.
Por otro lado, la Dark Web es una rama de la Deep Web que no es accesible por los navegadores normales, ya que funcionan con protocolos diferentes y requieren de un navegador especial para acceder. Además, como los canales de la Dark Web están ocultos, es necesario conocer la URL de la información a la que queremos acceder.
Esta red está llena de actividades ilegales, como venta de drogas y armas o la posibilidad de contactar con hackers a sueldo. La cantidad de contenido albergado en la Deep Web es enorme, y se estima que llega a ser hasta 500 veces más grande que el contenido visible por los motores de búsqueda tradicionales.
Para acceder a estas webs, se utiliza el navegador Tor, que hace uso de un protocolo especial que permite a los usuarios mantener en el anonimato tanto su identidad como su ubicación. Todo el tráfico de estas webs viaja encriptado a través de equipos de todo el mundo, de manera aleatoria, de modo que la identidad del usuario permanezca en secreto.
Aunque la privacidad que otorga esta red se haya aprobechado para realizar actividades delictivas, también es utilizada a diario por periodistas, activistas, bloggers y demás personas para escribir libre de censuras o trantando temas polémicos manteniendo su anonimato.
Una de las webs más conocidas es "Silk Road", que vendría a ser el "Amazon" de la droga. Se creó en 2011, y a pesar de los múltiples intentos del FBI por cerrarlo, a día de hoy sigue en funcionamiento.
